Resulta paradójico que, en menos de dos semanas, uno sea partícipe de dos situaciones que la Asamblea General de Fenamix aprobó denunciar, cual es la venta de la lotería de Navidad con recargos de tres o más euros, que a pesar de su ilegalidad, nos genera competencia desleal y desigualdad entre la red de ventas de Loterías y Apuestas del Estado.
La semana anterior al sorteo de Vacaciones de la Lotería Nacional, tomando café con unos amigos en un bar de mi pueblo, entra un señor, se saca un taco de décimos del sorteo mencionado y nos ofrece uno; le pregunto que precio tiene para este sorteo y me responde, 22,00 €, al decirle que es imposible este precio y que en todo caso será de 20,00 €, me contesta los “dos euros son para mí, algo tengo que ganar”, le respondí que ganaba el doble de la comisión de un punto de venta y, además, no paga impuestos. Recogió todos los décimos y se fue.
Ya hace demasiado tiempo que los puntos de venta mixtos de Loterías y Apuestas del Estado somos los grandes olvidados, se nos trata como si fuéramos secundarios, se nos carga de responsabilidad, pero se nos niega reconocimiento. Se nos pide presencia, pero se nos concede invisibilidad.
“Comprobando la distancia para gestionar el espacio” ya no es una metáfora: es una denuncia. Es la constatación de que hay una brecha entre lo que somos y lo que nos permiten ser. Porque nuestros espacios no son simples rincones comerciales: son núcleos vivos, motores de barrio, puntos de encuentro donde la ilusión se reparte con cada boleto, con cada resguardo.
Después de la presentación de la campaña de verano de la Lotería de Navidad, con mi compañero de Junta Directiva, en el bar enfrente de Selae, fuimos testigos de cómo, en la mesa de al lado, un vendedor ambulante ofrecía los décimos de la Lotería de Navidad a 23,00 €, “¿le puedo pagar por bizum? Si claro, pero en concepto ponga comida y bebida” … Hay que ver como nos perjudica a los Puntos de venta Mixtos estas prácticas.
A pesar de todo, seguimos gestionando el espacio con ingenio, con esfuerzo, con dignidad, porque no nos rendimos, porque sabemos que el valor de nuestro trabajo no se mide en metros cuadrados, sino en compromiso, en cercanía, en servicio.
Alzamos la voz. Para que se escuche alto y claro: los Puntos de venta Mixtos de Loterías y Apuestas del Estado merecemos respeto, apoyo y reconocimiento. No pedimos privilegios, exigimos justicia. No queremos más distancia, queremos presencia. No aceptamos el silencio ni una negativa sin unas razones coherentes, porque somos conscientes y tenemos claro que las soluciones son posibles si hay voluntad para mejorar las condiciones de venta.
Esta editorial es un grito sereno pero firme. Es un llamado a la acción. Es el recordatorio de que, cuando se gestiona el espacio con pasión, la distancia no nos detiene: nos impulsa.
Pep Vallori
Presidente de Fenamix